La R es una fábrica de relatos escritos, gráficos, sonoros, audiovisuales. Somos una agencia digital que propone relatos estratégicos, que parten con un análisis antropológico de las audiencias o clientes, antes de hacer un seguimiento para crear y producir contenido de valor -ojalá original- para luego hacer un buen plan de distribución hipersegmentado.
Luego de dedicar una década de trabajo y emprendimiento al contenido, como centro de la actividad digital, y unidad de medida básica para enfrentar la forma en que te relacionas con tu público, fuimos comprendiendo que la propuesta de los community managers y agencias de redes sociales, escasamente sobrepasó la gráfica, el influencer que alcanzaste a pagar y la captura desesperada de seguidores. Un círculo vicioso, estadístico, sin generación de comunidad, sin conversación, sin relación.
Hace un par de años la pandemia transformó lo digital en lo único posible y exigió que la creatividad tuviera un lugar de privilegio. La creatividad como síntesis de datos, facts, tendencias y comportamientos humanos, más allá del chispazo ocurrente que no es capaz de identificar las coordenadas tras el enorme cambio epocal que vivimos.
La emergente nueva sociedad ha hecho a que las marcas e instituciones más despiertas vean con desesperación y urgencia la necesidad de declarar un propósito superior, que explique su accionar, una causa de anhelo social que aporte valor para que sus micro comunidades les presten atención (quién podría aún aspirar a la totalidad mass media). Los consumidores coherentes de hoy, una buena mayoría de millennials y probablemente la totalidad de los centennials -que consumen según piensan- apelan sin dudar a sus valores generacionales (sustentabilidad, colaboración, diversidad, etc.) y ponen en duda el comportamiento ético de las empresas y marcas, más allá de la calidad o el precio de lo que ofrecen.
Hay que enfocarse en la demanda y esta no tiene tiempo: su atencionalidad frente a un contenido no supera el segundo y medio. El tiempo que tienen para que su mensaje compita con el algoritmo es escaso. En su comunicación, las empresas necesitan un relato estratégico que signifique sentido a las personas, para construir una relación cercana con sus micro comunidades, que actúan y piensan por sí mismas, pero que estarán dispuestas a escucharlas ya no sólo por la oferta de bienes y servicios que ofreces.
La R es una fábrica de relatos escritos, gráficos, sonoros, audiovisuales. Somos una agencia digital que propone relatos estratégicos, que parten con un análisis antropológico de las audiencias o clientes, antes de hacer un seguimiento para crear y producir contenido de valor -ojalá originales- para luego hacer un buen plan de distribución hipersegmentada.
No importa que tengas tu propia agencia de content management o algún periodista advenedizo preocupado de postear 3 veces a la semana, porque la estrategia de contenidos se construye desde mucho antes, desde los perfiles psicográficos de tus públicos, su estilo de vida y las cosas que le interesan. Luego diseñaremos pilares de contenido de valor (que antes eran posteos en redes sociales) para que tengas una oportunidad real de aportar a la sociedad.
Somos La R, la fábrica de relatos, nos puedes encontrar aquí, en nuestro sitio web laerre.cl o a través de WhatsApp (+569 96437631).