Cuando recién la pandemia se manifestaba en Chile, mediados de marzo, existía la esperanza de que los dos meses de ventaja respecto a la experiencia europea pudiesen ser aprovechadas para tomar decisiones sanitarias y políticas que acotaran el impacto. Nada de eso sucedió a nivel de Gobierno, pero tampoco sabíamos el real nivel de peligro que el virus iba a significar.
Recuerdo que un amigo, Piero Mosciatti, fue el primero que, mientras tomábamos un café, me comentó empezando marzo: “ojo con este virus, porque las medidas que está tomando Italia no tienen precedentes”. Me quedé pensando la estupidez de “está lejos” o “será como otras amenazas que quedan en los cables internacionales”. Claramente, el hombre tenía razón.
Explotó la pandemia y no pasó mucho tiempo cuando las autoridades chilenas empezaron a informar, confirmar, testear y dudar. Se declaró la cosa y, ante una pequeña baja en los números -¿Mayo? ¿Junio?- comenzaron a hablar de “nueva normalidad”. Se abrió por un día el Apumanque. Falso, esto ha llegado para quedarse.
Muchos meses después me pregunto y busco ¿Qué es la nueva normalidad? Si este virus ya está instalado, ya soportamos meses de encierro, cuerentena, escuchamos conceptos como trazabilidad, escándalo económico objetivo, fuera el ministro de Salud, desempleo, medidas a medias, 10%, caos, protestas en Europa para cuestionar o forzar la vuelta a la normalidad. No existe, no hay.
Los que trabajamos independientes tal vez pasábamos más tiempo trabajando en casa, ante la no exigencia física de un empleador receloso de cómo ocupas tu tiempo, o ante la oficina virtual que armaste con tus colaboradores. Teníamos cierta experiencia, tenías tu casa para ti, por un rato. No cumplimos horarios, trabajamos online, vamos a ver qué pasa ahora. Todos en lo suyo, pero no para un encierro de ocho meses. De pronto se fue entendiendo que la verdadera nueva normalidad estaba en mi casa, en la tuya, en el baño, en el ascensor.
“La pandemia del COVID-19 ha dejado numerosas consecuencias en nuestra vida diaria. Muchas de ellas pasan desapercibidas, pero otras son tan evidentes que es muy complicado olvidarse de esta extraña situación que nos ha tocado vivir”, dice un artículo de Gràffica que comparte este video de la nueva normalidad de John Lewis & Partners, que rinde homenaje a lo que significa el hogar familiar para nosotros en una situación como ésta.
El hogar familiar ha cobrado una importancia que quizás habíamos olvidado, o nos confirma que la primera paz está en el hogar, con tu gente, sobrevivir del virus, sobrevivir a la economía se transforma en una meta básica. Imagínatela con la música de Los Muppets de fondo.
Rodrigo Álvarez Araya
Director
La R